Al final no me resisto a poner por escrito y hacer
público una reflexión sobre las elecciones autonómicas andaluzas del próximo
domingo, ¿que pretendo con ello?, para variar, sentirme querido, por aquellos
con los que pudiera coincidir y tal vez despreciado por aquellos otros malparados
en mis privadas conjeturas: no pasa nada, con uno y otro hemos construido una
biografia que ya excede la cincuentena.
Es suficiente, lo que debe quedar(me) claro es que aquí se renuncia de entrada a tratar de influenciar a nadie en su comportamiento electoral próximo, solo diré lo que pienso como el que exuda, vomita ¡o revienta!, tan harto de ver chanchullos, traiciones, ingenuidad en mis semejantes y a tanta peña con la empanada mental, como el que más lo esté.
Es suficiente, lo que debe quedar(me) claro es que aquí se renuncia de entrada a tratar de influenciar a nadie en su comportamiento electoral próximo, solo diré lo que pienso como el que exuda, vomita ¡o revienta!, tan harto de ver chanchullos, traiciones, ingenuidad en mis semejantes y a tanta peña con la empanada mental, como el que más lo esté.
Si se pudiera "congelar" al PSOE-A en esa actitud socialmente progresiva que exhibe cuándo NO está en el gobierno, y a IU en esa otra de mantenerse equidistante - alejada - del oportunismo ávido de "tocar poder", de una parte, y del maximalismo grosero, de otra, a uno casi se le ocurre una fórmula de gobierno de la Comunidad autónoma sobre el que podríamos apostar a que se atreve a llevar la contraria a Rajoy, a "Los Mercados", Bruselas y a la antisocial política de la "Austeridad".
Por dificultosa que fuere, la ecuación, ¡que no nos la ahorre "El
Campeón" Arenas, que se nos
revuelven las tripas y algo más!
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