José María Delgado
En el telediario de la 1ª ya comienza a repetirse el término "régimen anterior" para referirse al franquismo por el busto parlante de turno. El genial ideólogo que lo diseñó, pues no es cosa de hoy, debió pensar que podría pasar por lenguaje neutral, aséptico, no-ideológico, en lugar de decir, "franquismo" "dictadura" o "dictadura franquista", nomenclatura propia de rojos, progres o vaya usted a saber. Naturalmente, quien habla así, la televisión que así se expresa, se "retrata" tanto como el que afirma ser "ni de derechas, ni de izquierdas".
Pero desde la aparente acera de enfrente, vamos, desde cierta izquierda mas o menos "extrema" tan fiel a la doctrina leninista del "derecho de autodeterminación" como solidaria con toda clase de nacionalismo soberanista, independentista, resulta prohibitivo llamar "España" a este país, si no se quiere ser tildado de "españolazo", vamos, una manera seudo simpática de llamarnos franquistas o, si se nos apura, fascistas. El soporte ideológico de tales posicionamientos radica en afirmar que llamar "España" al territorio bajo control del estado español es tanto como actuar performativamente impulsando el nacionalismo español, dando por supuesto que se trata de una nación, presupuesto que ellos niegan. Y aúnque así fuera, quien dice "España" para referirse a su país no pretende ni sabe, como sucede con los pájaros y la aeronáutica, de nacionalismos, por ello no le preocupa ser neutral o no entre el estatal-español y el periférico-secesionista, solo pretende aludir a una parte del planeta en la que se considera incluido, vinculado en razón - no elegida - de nacimiento.
Que España sea un estado-nación que parece hoy deshacerse, nación fabricada desde el estado, no niega que Cataluña sea a su vez otra nación, también nación-estado fabricada básicamente a través de politicas públicas diseñadas desde la Generalitat o administración paraestatal catalana. Que una se halle en la actual coyuntura en trance de deshacerse y la otra en vias de crecer y consolidarse es cuestión que nada tiene que ver con la antropologia y si con la política. Y como no, con la eufemisticamente llamada "cuestión social".
Por de pronto pretender llamar a este país "estado español" es algo tan inadecuado como ridiculo, si los nacionalistas periféricos pretetenden deshacer el - según ellos - equívoco de denominar "España" a la vez al conjunto del territorio estatal y a la vez a la parte del estado que quede una vez exceptuada Cataluña y las otras comunidades secesionistas, tendrán que inventar otra acepción mas respetuosa con la realidad sociológica de su propio país, allí donde las fronteras de clase y origen modifican y detienen el imaginario soberanista y la gente no tiene problema en llamarse, también, españoles.
Un sitio personal de Jose Mª Delgado Gallego con la intención de reunir artículos y monografias dispersas, escritas a lo largo de muchos años. Tendrá o deberá tener apartados para los artículos politicos (y sindicales) y otro para la creación literaria, relatos y cuentos especialmente. Tambien es, ¿como olvidarla? un lugar de recuerdo y respeto a Rosa Luxemburgo y a su obra.
Contra las patrias, el Viejo Maestro
Karl Marx: Crítica de «El sistema nacional de economía política» de Friedrich List
La nacionalidad del obrero no es ni francesa, ni inglesa, ni alemana, es el trabajo, la esclavitud libre, el automercadeo. Su gobierno no es ni francés, ni inglés, ni alemán, es el capital. Su aire nativo no es ni francés, ni alemán, ni inglés, es el aire de la fábrica. La tierra que le pertenece no es ni francesa, ni inglesa, ni alemana, está a unos cuantos pies bajo el suelo.
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 Unported License.
Vistas de página en total
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Muy bueno y muy fino, ¡ya era hora que desde la izquierda se digan cuatro verdades a los independentistas y a los que les hacen el juego!
Ruben
Publicar un comentario